Ir a la escuela de creatividad Brother es relajante, no hay formalismos, reglas, se vive un ambiente de hermandad y lo más interesante, es que directivos, profesores y estudiantes están enfocados en una sola cosa, la creatividad, por ende siempre se habla en un mismo idioma. Esta escuela llegó a Bogotá hace un par de años y busca ofrecer a las personas interesadas en potencializar su creatividad, un año cargado de buenas experiencias, profesionales académicos destacados, la oportunidad de crear un portafolio que le permita al creativo ir a presentarse a una compañía y mostrar su talento, entre otras cosas muy importantes que suceden en el transcurso de este corto tiempo.
Carlos Boti y Armando Rico también hablaron de la tradicional academia y del tiempo que debería un creativo estudiar actualmente.
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