Grandes cosas pasaron en 2010, algunas fueron lo máximo y otras, no tanto. Los cambios todavía nos cuesta trabajo asimilarlos y el área de confort al cual estamos acostumbrados muchas veces no nos permite arriesgarnos para encontrar nuevas ideas y descubrir con creatividad (la esencia del negocio de la publicidad y el mercadeo) que hay otros caminos que deben ser explorados para sorprendernos primero a nosotros mismos y luego a los consumidores.
En esta artículo hablo de las bodas de oro de Juan Valdez, la campaña de excusas del Fondo de Prevención Vial, publicidad Toro (una agencia que se cierra luego de décadas), del Club de Creación Colombiana, del congreso de publicidad en Cartagena (tremenda rumba), de Agro Ingreso Seguro y la sinvergüencería de los publicistas que participaron en este, de los Cannes de oro que se trajo Leo Burnett y Y&R (truchos en forma, pero todo vale), de Juan Manuel Santos, del Bicentenario ¿qué es el Bicentenario?, del neuromarketing, de la inversión publicitaria en Colombia, del corresponsal de Davivienda y los Reencauchados, de la nueva campaña de El Tiempo y La República, de las redes sociales, y aunque usted no lo quiera creer: pronostico desde ya LA MUERTE DEL PORTÁTIL, gracias a esa maravilla tecnológica que es la iPad.
Si amigos, así se pongan bravos, el portátil muere pronto, las grandes marcas están construyendo sus tabletas y las lanzan a principio de año. Nada que hacer, lo siento.
Una manera directa, crítica, investigativa y como dice un querido amigo “duro y a la cabeza” de analizar un buen año publicitario con tendencia, espero, a mejorar en el 2011, de todo mi gusto Sr. Rodríguez, felicitaciones.
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